El templo está declarado bien cultural en la categoría de Monumentos
Moreda de Álava, situada en el extremo más oriental de la comarca de la rioja alavesa, haciendo muga con Navarra, es una villa que llama la atención por tener casas solariegas blasonadas y un templo parroquial monumental que corona la población. De los muchos itinerarios que ofrece esta villa entre olivos, viñas y trujales, es en su templo donde nos pararemos para visitar la iglesia de Santa María de Moreda, recientemente declarada bien cultural calificado con la categoria de Monumento por el Gobierno Vasco.
Antes de entrar en él, nos detendremos ante la portada de Dios Creador, levantada en el segundo tercio del siglo XVI en estilo plateresco. Toda ella está labrada con numerosos iconogramas a modo de retablo pétreo. Su lectura constituye un jeroglífico neoplatónico y hace que esta portada de Moreda sea una de las más bellas, cultas y misteriosas del renacimiento alavés. Los grutescos hacen referencia al pecado original, al amor, al vicio, a la vida material-terrenal, a la muerte, a la virtud, al amor humano y al divino, a la vida espiritual-celestial y a la inmortalidad del alma y a la vida eterna.
Al entrar en la iglesia nos situamos en su centro, junto a los estribos interiores, que jalonan la iglesia vieja o gótico-tardía, levantada en el siglo XVI por los canteros Amador de Segura, Pedro Caatategui, Miguel de Garaizabal y otros. La iglesia nueva o barroca fue ampliada entre los años 1698-1704 por el cantero Juan de Jáuregui.
Siete retablos
De los siete retablos que tiene, todos fabricados en estilo barroco y rococó, destaca el mayor (1710-1714) con relicarios y relieves de las patronas de la villa de Moreda, Santas Nunilo y Alodia, e imagen gótica de la titular de la parroquia nuestra señora de Moreda. Artifices como Pedro Jiménez "El Viejo", Francisco Rivero, Gabriel Antonio de la Cueva y Francisco de Ysequilla plasmaron su arte en él.
Fue dorado por Santiago de Zuazo en 1760 con 55000 panes de oro, de los más de 120000 que utilizó en toda la iglesia para dorar todos los retablos y policromar las imágenes. El relieve del descendimiento -una reforma efectuada en el taller de Coll, en 1755- es una copia del lienzo que pintó en la catedral de Amberes el genial pintor barroco flamenco Pedro Pablo Rubens.
Nos colocamos, a continuación, bajo la cúpula del crucero, y dirigimos nuestra mirada hacia lo alto para contemplar los relieves y pinturas murales de las pechinas, arcos torales y caja de la media naranja, realizadas sobre estuco por artistas navarros como los Coll, Antonio Osorio y Santiago Zuazo, en el año 1759. Están representados los evangelistas, las virtudes, los arcángeles y los padres de la iglesia Occidental.
Los relieves y pinturas son tan espectaculares y bellos, que esta cúpula de media naranja de Moreda es llamada "La capilla Sixtina de la Rioja Alavesa". Ya en su capilla mayor podemos admirar las pinturas murales al fresco firmados por el artista riojano José Bexes, que las plasmó en el año 1760. Escenas como la adoración de los Pastores, la Santísima Trinidad, la Anunciación, Judit o Esther decoran la bóveda y los medios puntos.
Antes de finalizar la visita e ir a callajear por el casco urbano de la villa para visitar casonas históricas, antiguas cuevas de vino y trujales de aceite, conviene subir al coro para contemplar desde allí el templo. Cada peldaño de escalera de caracol de recogido en el alma es una obra de arte.
La vista desde lo alto, espectacular e inigualable: arquitectura, retablos y pinturas murales... Es como estar en el palco de un teatro viendo el escenario. Acérquense a visitar el templo de Moreda de Álava. Merece la pena conocer y disfrutar de nuestro patrimonio cultural, recientemente reconocido.
SOCIEDAD LANDÁZURI
EL CORREO 24-10-2011
domingo, 27 de noviembre de 2011
domingo, 20 de noviembre de 2011
miércoles, 5 de octubre de 2011
EXPOSICIÓN DE ARTE SACRO DÓMESTICO
Moreda vivió unas excepcionales jornadas en torno a una Exposición de Arte Sacro Doméstico desarrollada en la Parroquia de Santa María. De la mano de un excepcional hijo de Moreda, José Angel Chasco, el historiador oficial de esta villa, el vecindario se volcó y bien podemos decir que inundó la iglesia de elementos de culto de propiedad privada. En un principio se pretendió hacerla realidad el verano del año anterior, pero las circunstancias de la vida lo impidieron. La disculpa que se buscó para la exposición fue el 300 aniversario del nacimiento de Agustín Garín de Lazcano, parróco y mecenas del mencionado templo.
Al impulso de este personaje se debe la creación "de la media naranja del crucero, con sus pinturas, y los frescos de la Capilla Mayor". En una palabra a este moredano que llegó posteriormente a ser Comisario de la Inquisición debemos "La Capilla Sixtina de Rioja Alavesa". Por todas estas razones uno de los apartados de la citada exposición estuvo dedicado a su figura, con paneles informativos, viejos libros de la iglesia y fotografías de la que fuera su casa y detalles de las obras por él impulsadas. Un apartado curioso fue el dedicado al "arte festivo". La Quema de los Judas estuvo ampliamente documentada con las sentencias del último medio siglo. En este rincón destacaba un cuadro dedicado al "Cachibobo", personaje de bufón festivo desaparecido en esta localidad hace más de 200 años. Junto a este cuadro figuraba la recuperada bandera de la villa. Y para que no faltara nada, el día de inauguración de la muestra el coro parroquial cantó en llamado himno de Moreda. Se trata de una composición cantada por una antigua peña y que lleva el nombre de "Canción del Labrador". La parte musical de la jornada la completó el reconocido organista Floren Unzueta.
Las piezas se repartieron con los criterios que utiliza el Museo de Arte Sacro Provincial. Así se ubicaron en base al material del que estuvieron hechas, vimos los grupos de piedra, madera y pintura. Dentro de ellos hubo otros subgrupos de metales y barro. La época recorrida con todos los elementos se inicia en el siglo XII y termina en nuestros días.
Se trataba de tres actores de Sapo Producciones que con su particular estilo dieron un repaso a la historia de la iglesia y del pueblo de Moreda. De esa forma simpática ofrecieron un ramillete de datos y hechos vividos entre aquellos muros en los varios siglos de existencia de esta iglesia que acaba de ser catalogada por Gobierno Vasco como Bien Cultural calificado con la máxima protección. La actuación concluyó como las buenas fábulas con una moraleja, la de que siempre estamos a tiempo de recuperar nuestra historia. ¿Se imaginan que en Moreda recuperan la figura del "Cachibobo"? Es cuestión de que José Angel Chasco se lo proponga.
Escrito de Juantxo Martínez
Revista Berberana nº 177
Al impulso de este personaje se debe la creación "de la media naranja del crucero, con sus pinturas, y los frescos de la Capilla Mayor". En una palabra a este moredano que llegó posteriormente a ser Comisario de la Inquisición debemos "La Capilla Sixtina de Rioja Alavesa". Por todas estas razones uno de los apartados de la citada exposición estuvo dedicado a su figura, con paneles informativos, viejos libros de la iglesia y fotografías de la que fuera su casa y detalles de las obras por él impulsadas. Un apartado curioso fue el dedicado al "arte festivo". La Quema de los Judas estuvo ampliamente documentada con las sentencias del último medio siglo. En este rincón destacaba un cuadro dedicado al "Cachibobo", personaje de bufón festivo desaparecido en esta localidad hace más de 200 años. Junto a este cuadro figuraba la recuperada bandera de la villa. Y para que no faltara nada, el día de inauguración de la muestra el coro parroquial cantó en llamado himno de Moreda. Se trata de una composición cantada por una antigua peña y que lleva el nombre de "Canción del Labrador". La parte musical de la jornada la completó el reconocido organista Floren Unzueta.
Las piezas se repartieron con los criterios que utiliza el Museo de Arte Sacro Provincial. Así se ubicaron en base al material del que estuvieron hechas, vimos los grupos de piedra, madera y pintura. Dentro de ellos hubo otros subgrupos de metales y barro. La época recorrida con todos los elementos se inicia en el siglo XII y termina en nuestros días.
En piedra destacaban seis piezas procedentes de la primitiva portada rómanica de la iglesia, siglo XII, y que fueron halladas en el relleno de una casa del siglo XVI. Como arte más reciente estaba una estela realizada por el vecino Esteban García de Jalón y que se va a colocar en el Salto de Agua de Santa Eufemia, un punto de paseo para los moredanos.
En barro están hechas las Santas Nunilo y Alodia que figuran en sendas hornacinas en la calle a ellas dedicada y que estuvieron presentes en la iglesia. Estas esculturas fueron moldeadas en su día por Petronila Ruiz de Urra. Otras pequeñas esculturas son los "Santos Correcalles" que pasaban de hogar en hogar y de los que se mostraron cuatro diferentes. Una Santa Agueda del siglo XVI no pasó desapercibida, como tampoco lo hicieron varios crucifijos realizados en madera y marfil.
Es imposible detallar todos los objetos cedidos por los vecinos para esta cita, pero cierto es que algunos fueron singulares de verdad. Por ejemplo, una teja fechada en 1924 con inscripciones que hacían alusión a la protección de la casa donde se encontraba, o un ladrillo hecho en la tejería de Moreda en 1641 firmado por el tejero. Aunque para singular fue la visita, desde el más allá, del propio Agustín Garín de Lazcano que vestido de Cardenal y en compañia de Don José, párroco que amplió la iglesia que él mando decorar, se presentó en la inauguración del evento. A estas figuras eclesiásticas les acompañó "El Cachibobo", que literalmente se salió del cuadro donde estaba recluido.
Se trataba de tres actores de Sapo Producciones que con su particular estilo dieron un repaso a la historia de la iglesia y del pueblo de Moreda. De esa forma simpática ofrecieron un ramillete de datos y hechos vividos entre aquellos muros en los varios siglos de existencia de esta iglesia que acaba de ser catalogada por Gobierno Vasco como Bien Cultural calificado con la máxima protección. La actuación concluyó como las buenas fábulas con una moraleja, la de que siempre estamos a tiempo de recuperar nuestra historia. ¿Se imaginan que en Moreda recuperan la figura del "Cachibobo"? Es cuestión de que José Angel Chasco se lo proponga.
Escrito de Juantxo Martínez
Revista Berberana nº 177
domingo, 2 de octubre de 2011
EL LEGADO CULTURAL DEJADO A MOREDA POR DON AGUSTÍN GARÍN DE LAZCANO (1710-1773)
El siglo XVIII fue para la iglesia parroquial de Santa María de Moreda el siglo de oro. El templo fue ampliado, sus muros recubiertos con retablos dorados y sus bóvedas policromadas con pinturas murales. Ciento dieciocho mil panes de oro se emplearon en su adorno.
Al frente de todas las obras artísticas estuvo uno de los curas más entusiastas y activos, que jamás haya tenido Moreda, Don Agustín Garín de Lazcano. En el presente año se cumplen trescientos años de su nacimiento.
De casa solariega y familia hidalga
Los Garines de Lazcano se asentaron en Moreda cuando el pueblo aún era una aldea de la villa de Laguardia a principios del siglo XVII. Familia originaria de la casa palacio de los Lazcano, en la villa guipuzcoana del mismo nombre, estuvieron establecidos en las villas navarras de Armañanzas y de Desojo antes de llegar a Moreda.
El origen de los Garines de Lazcano en Moreda tiene sus raices en el mayorazgo fundado en el año 1607 entre Pedro Garín de Lazcano, natural de Armañanzas, y María Fernández de Oyón, nacida en Moreda. Residieron en la casa renacentista, sita enfrente de la portada plateresca de la iglesia parroquial, que posee en la fachada del mediodía los escudos heráldicos de ambas familias.
Los vecinos de Moreda en esta época estaban integrados en dos estamentos sociales: el de los francos infanzones o estado llano y el de los nobles hijosdalgo. Los Garines de Lazcano pertenecieron a este último. Poseian ejecutoria de hidalguía desde el año 1555, obtenida en la corte mayor del reino de Navarra. Ésta les permitía ejercer los oficios más importantes del concejo: alcalde, regidor, procurador, síndico general, mayordomo, etc...
Agustín Garín de Lazcano nació el 3 de septiembre de 1710 en la casa solariega de los Garines de Lazcano, sita en la calle San José, detrás de la iglesia. La cual fue reedificada en 1745, convirtiéndose en la casona barroca más elegante y artística de la villa. La mandaron hacer Don Agustín y su hermano Tomás, ambos presbíteros. La edificaron tres canteros: Joseph de Mendizábal de Labraza, Manuel de Zorrozua de Morga en Vizcaya y Pedro de Zubezar de Mondragón, que falleció durante el periodo de ocho meses que duró su reconstrucción. Valió la obra 2374 reales de vellón, de los cuales se descontaron 82 reales del consumo que los citados canteros hicieronde trigo, vino y aceite. Los curas hermanos les proporcionaron las piedras, cal, arena, agua y andamios que necesitaron.
Beneficiado, cura y comisario de la Inquisición
Algunos miembros de esta familia, que contaba con un notable patrimonio, realizaron estudios eclesiásticos que les permitieron administrar capellanías, ser beneficiados de la iglesia con derecho al cobro de diezmos y primicias y ejercer de párrocos formando parte del cabildo eclesiástico.
Agustín Garín de Lazcano comenzó la vida eclesiástico siendo clérigo de menores ordenes en 1742. Administró la capellanía de Don Jorge Torralba, fundada en el altar del Santo Cristo de la parroquia de Santa María de Viana. Entre los años 1751-1773 fue párroco de Moreda durante veintidós años, período en el que se realizaron en la iglesia las más importantes obras de construcción de retablos, talla de imágenes y de decoración de pinturas murales.
A partir del año 1767 figura como comisario del Santo Oficio de la Inquisición de Navarra. Su padre, Tomás, fue familiar de la Inquisición. El oficio de familiar del Santo Oficio, ejercido por cristianos "viejos", de buena reputación y miembros del poder local, practicaban la denuncia y control de la población. Los comisarios eran religiosos, a diferencia de los familiares que eran laicos, y hacían las funciones propias del Inquisidor al que representaban en el ámbito rural. No obstante, a pesar del temor que pudieran infundir estos cargos, eran en esta época más de carácter honorífico.
Los frutos recolectados por la iglesia a través del impuesto de los diezmos y primicias (cereales, hilazas, vino, olivas, corderos, cabritos, etc...) eran repartidos entre cuatro beneficiados de la parroquia, dos de entera ración y otros dos de media. Agustín fue beneficiado de entera ración. Los beneficios que obtuvo de las rentas y diezmos de la parroquia fueron muchos, pero el gasto e inversión que hizo en el templo, mandando fabricar imágenes, retablos, pinturas murales, ornamentos, etc. han hecho que hoy hallamos heredado un notable e importante patrimonio artístico y cultural.
Párroco y mecenas de Santa María de Moreda
La iglesia parroquial de la villa de Moreda, tal y como hoy la vemos, fue creada y diseñada a mitad del siglo XVIII por Don Agustín Garín de Lazcano. Motivado por aumentar el culto dívino entre los fieles, fue un auténtico promotor y mecenas de las obras de arte y de la decoración de la iglesia. Ornamentó a ésta de forma vistosa, elegante y esplendorosa.
Agustín ejerció el mecenazgo sobre las obras de arte de la parroquia durante largo tiempo en que estuvo de párroco. Trabajó personalmente en blanquear y listear los muros del templo. Adelantó y prestó dinero para la doración de los retablos. Corrió con los gastos de algunas maderas para hacer retablos y de otras para fabricar andamios y poder pintar la cúpula del crucero y demás paredes y techos abovedados de la iglesia. Y además abonó de su bolsillo un gasto impagable, sufragó el coste de los materiales de pintura (colores y panes de oro) utilizados en la pintura al templo de la media naranja. Asimismo, pagó el salario del pintor dorador Antonio Osorio, y el hospedaje de éste en casa de un vecino de Moreda durante los tres meses que duró la realización de las pinturas murales sobre las pechinas, arcos torales, tambor y gallón de la cúpula del crucero.
El siglo de oro
Hablar de la iglesia de Moreda es hablar de Don Agustín Garín de Lazcano y hablar de este cura es hablar de Santa María de Moreda. Él fue el protagonista principal de su creación. Sin él, hoy, la visión de la iglesia hubiera sido distinta. Al presente vemos y admiramos lo mismo que él ideó, creó y vio hace 250 años.
Agustín se encontró el templo de Moreda ampliado (1698-1704) y con retablos Mayor (1710-1714), del Santo Cristo (1732), de Ánimas (1735) y de Francisco Javier (1738) terminados pero sin dorar. Él continuó el trabajo de los párrocos que le precedieron con ganas y tenacidad. Dicen sus contemporáneos que sin haber terminado una obra había iniciado otra. No conocía la fatiga.
De esta manera, en las dos decadas largas en que desempeñó el crgo de párroco, realizó las siguientes obras artíticas en la iglesia de Moreda, entre otras muchas más: restauró la cúpula del crucero desmantelando la linterna del cimborrio, evitando que con el peso se hundiera (1753), trasladó los retablos de las Ánimas del Purgatorio y el de San Francisco Javier desde la entrada de la iglesia al presbiterio, y restauró la imagen gótica medieval de Nuestra Señora de Moreda (1754), reformó el retablo mayor con la talla de las historias del Juicio y Martirio de las patronas Santas Nunilo y Alodia, y con la talla de las historias dela Enarbolación y Descendimiento de la Cruz (1755), mandó realizar los bajorrelieves policromados y las pinturas murales al temple en las pechinas, arcos torales y caja de la media naranja (1755-1756), construyó los retablos de las capillas de San Miguel y de San Juan Bautista (1754-1760). doró y estofó todos los retablos, así como encarnó y policromó todos los santos (1758-1761), hizo los dos púlpitos rococós (1769), mandó al cantero Manuel Beratua arreglar la torre (1770), realizó el retablo de la Concepción y cinco imágenes más de santos dorando, estofando, encarnando y policromando estas obras de arte (1770-1772), edificó la capilla de la Soledad y trajo la imagen de la Dolorosa de su ermita sita en Santa Eufemia a la parroquia (1771).
La historia de Moreda le recordará como el cura párroco que más ha hecho y se ha preocupado por ornamentar y decorar la iglesia de Santa María de Moreda. Falleció el día 29 de octubre de 1773 a los 63 años. Yace enterrado a los pies del altar mayor.
Revista Berberana número 163
Escrito de José Angel Chasco Oyón
Al frente de todas las obras artísticas estuvo uno de los curas más entusiastas y activos, que jamás haya tenido Moreda, Don Agustín Garín de Lazcano. En el presente año se cumplen trescientos años de su nacimiento.
De casa solariega y familia hidalga
Los Garines de Lazcano se asentaron en Moreda cuando el pueblo aún era una aldea de la villa de Laguardia a principios del siglo XVII. Familia originaria de la casa palacio de los Lazcano, en la villa guipuzcoana del mismo nombre, estuvieron establecidos en las villas navarras de Armañanzas y de Desojo antes de llegar a Moreda.
El origen de los Garines de Lazcano en Moreda tiene sus raices en el mayorazgo fundado en el año 1607 entre Pedro Garín de Lazcano, natural de Armañanzas, y María Fernández de Oyón, nacida en Moreda. Residieron en la casa renacentista, sita enfrente de la portada plateresca de la iglesia parroquial, que posee en la fachada del mediodía los escudos heráldicos de ambas familias.
Los vecinos de Moreda en esta época estaban integrados en dos estamentos sociales: el de los francos infanzones o estado llano y el de los nobles hijosdalgo. Los Garines de Lazcano pertenecieron a este último. Poseian ejecutoria de hidalguía desde el año 1555, obtenida en la corte mayor del reino de Navarra. Ésta les permitía ejercer los oficios más importantes del concejo: alcalde, regidor, procurador, síndico general, mayordomo, etc...
Agustín Garín de Lazcano nació el 3 de septiembre de 1710 en la casa solariega de los Garines de Lazcano, sita en la calle San José, detrás de la iglesia. La cual fue reedificada en 1745, convirtiéndose en la casona barroca más elegante y artística de la villa. La mandaron hacer Don Agustín y su hermano Tomás, ambos presbíteros. La edificaron tres canteros: Joseph de Mendizábal de Labraza, Manuel de Zorrozua de Morga en Vizcaya y Pedro de Zubezar de Mondragón, que falleció durante el periodo de ocho meses que duró su reconstrucción. Valió la obra 2374 reales de vellón, de los cuales se descontaron 82 reales del consumo que los citados canteros hicieronde trigo, vino y aceite. Los curas hermanos les proporcionaron las piedras, cal, arena, agua y andamios que necesitaron.
Beneficiado, cura y comisario de la Inquisición
Algunos miembros de esta familia, que contaba con un notable patrimonio, realizaron estudios eclesiásticos que les permitieron administrar capellanías, ser beneficiados de la iglesia con derecho al cobro de diezmos y primicias y ejercer de párrocos formando parte del cabildo eclesiástico.
Agustín Garín de Lazcano comenzó la vida eclesiástico siendo clérigo de menores ordenes en 1742. Administró la capellanía de Don Jorge Torralba, fundada en el altar del Santo Cristo de la parroquia de Santa María de Viana. Entre los años 1751-1773 fue párroco de Moreda durante veintidós años, período en el que se realizaron en la iglesia las más importantes obras de construcción de retablos, talla de imágenes y de decoración de pinturas murales.
A partir del año 1767 figura como comisario del Santo Oficio de la Inquisición de Navarra. Su padre, Tomás, fue familiar de la Inquisición. El oficio de familiar del Santo Oficio, ejercido por cristianos "viejos", de buena reputación y miembros del poder local, practicaban la denuncia y control de la población. Los comisarios eran religiosos, a diferencia de los familiares que eran laicos, y hacían las funciones propias del Inquisidor al que representaban en el ámbito rural. No obstante, a pesar del temor que pudieran infundir estos cargos, eran en esta época más de carácter honorífico.
Los frutos recolectados por la iglesia a través del impuesto de los diezmos y primicias (cereales, hilazas, vino, olivas, corderos, cabritos, etc...) eran repartidos entre cuatro beneficiados de la parroquia, dos de entera ración y otros dos de media. Agustín fue beneficiado de entera ración. Los beneficios que obtuvo de las rentas y diezmos de la parroquia fueron muchos, pero el gasto e inversión que hizo en el templo, mandando fabricar imágenes, retablos, pinturas murales, ornamentos, etc. han hecho que hoy hallamos heredado un notable e importante patrimonio artístico y cultural.
Párroco y mecenas de Santa María de Moreda
La iglesia parroquial de la villa de Moreda, tal y como hoy la vemos, fue creada y diseñada a mitad del siglo XVIII por Don Agustín Garín de Lazcano. Motivado por aumentar el culto dívino entre los fieles, fue un auténtico promotor y mecenas de las obras de arte y de la decoración de la iglesia. Ornamentó a ésta de forma vistosa, elegante y esplendorosa.
Agustín ejerció el mecenazgo sobre las obras de arte de la parroquia durante largo tiempo en que estuvo de párroco. Trabajó personalmente en blanquear y listear los muros del templo. Adelantó y prestó dinero para la doración de los retablos. Corrió con los gastos de algunas maderas para hacer retablos y de otras para fabricar andamios y poder pintar la cúpula del crucero y demás paredes y techos abovedados de la iglesia. Y además abonó de su bolsillo un gasto impagable, sufragó el coste de los materiales de pintura (colores y panes de oro) utilizados en la pintura al templo de la media naranja. Asimismo, pagó el salario del pintor dorador Antonio Osorio, y el hospedaje de éste en casa de un vecino de Moreda durante los tres meses que duró la realización de las pinturas murales sobre las pechinas, arcos torales, tambor y gallón de la cúpula del crucero.
El siglo de oro
Hablar de la iglesia de Moreda es hablar de Don Agustín Garín de Lazcano y hablar de este cura es hablar de Santa María de Moreda. Él fue el protagonista principal de su creación. Sin él, hoy, la visión de la iglesia hubiera sido distinta. Al presente vemos y admiramos lo mismo que él ideó, creó y vio hace 250 años.
Agustín se encontró el templo de Moreda ampliado (1698-1704) y con retablos Mayor (1710-1714), del Santo Cristo (1732), de Ánimas (1735) y de Francisco Javier (1738) terminados pero sin dorar. Él continuó el trabajo de los párrocos que le precedieron con ganas y tenacidad. Dicen sus contemporáneos que sin haber terminado una obra había iniciado otra. No conocía la fatiga.
De esta manera, en las dos decadas largas en que desempeñó el crgo de párroco, realizó las siguientes obras artíticas en la iglesia de Moreda, entre otras muchas más: restauró la cúpula del crucero desmantelando la linterna del cimborrio, evitando que con el peso se hundiera (1753), trasladó los retablos de las Ánimas del Purgatorio y el de San Francisco Javier desde la entrada de la iglesia al presbiterio, y restauró la imagen gótica medieval de Nuestra Señora de Moreda (1754), reformó el retablo mayor con la talla de las historias del Juicio y Martirio de las patronas Santas Nunilo y Alodia, y con la talla de las historias dela Enarbolación y Descendimiento de la Cruz (1755), mandó realizar los bajorrelieves policromados y las pinturas murales al temple en las pechinas, arcos torales y caja de la media naranja (1755-1756), construyó los retablos de las capillas de San Miguel y de San Juan Bautista (1754-1760). doró y estofó todos los retablos, así como encarnó y policromó todos los santos (1758-1761), hizo los dos púlpitos rococós (1769), mandó al cantero Manuel Beratua arreglar la torre (1770), realizó el retablo de la Concepción y cinco imágenes más de santos dorando, estofando, encarnando y policromando estas obras de arte (1770-1772), edificó la capilla de la Soledad y trajo la imagen de la Dolorosa de su ermita sita en Santa Eufemia a la parroquia (1771).
La historia de Moreda le recordará como el cura párroco que más ha hecho y se ha preocupado por ornamentar y decorar la iglesia de Santa María de Moreda. Falleció el día 29 de octubre de 1773 a los 63 años. Yace enterrado a los pies del altar mayor.
Revista Berberana número 163
Escrito de José Angel Chasco Oyón
jueves, 22 de septiembre de 2011
DON AGUSTIN GARIN DE LAZCANO
Nació en Moreda de Alava el 3 de septiembre de 1710. Hijo de Tomás, labrador natural de Moreda y familiar del Santo Oficio de la Inquisición, y de Teresa Sáenz González, natural de Yécora, fue bautizado por su tio el párroco de Yécora Don Pedro Sáenz González, comisionado por el párroco de Santa María de Moreda Don Joseph García de Jalón (comisario del Santo Oficio), en la parroquia de la villa de Moreda. Fué el mayor de cinco hermanos.
Don Agustín desempeñó los cargos de beneficiado y cura párroco de Santa María de Moreda durante 22 años, entre los años 1751-1773. Asimismo, ejerció el cargo de comisario del Santo Oficio de la Inquisición de Navarra desde el año 1767 hasta su muerte en 1773.
Junto a su hermano Tomás Urbano, cura párroco de Moreda que le precedió, mandaron construir en 1745 la casona barroca con escudo heráldico de los Garines de Lazcano, sita en la calle San José detrás de la iglesia junto al barrio de las Peñas.
Durante su larga estancia como párroco mandó hacer las siguientes obras de arte en el templo parroquial de Moreda:
Año 1753
Restauró la cruz de plata procesional y otros enseres del templo
Arregló y restauró la cúpula del crucero o media naranja, desmantelando la linterna del cimborrio. Con esta obra evitó el desmoronamiento de la cúpula debido a su excesivo peso.
Año 1754
Trasladó los retablos de las Animas del Purgatorio y de San Francisco Javier desde la entrada a la iglesia hasta el presbiterio. En la parte superior de cada uno de estos dos retablos mandó colocar dos ángeles en el año 1755.
Arregló todos los tejados de la cubierta del templo.
Restauró y policromó la imagen gótica medieval de Santa Maria de Moreda. Asimismo, doró su trono.
Reformó el retablo mayor con la talla de las historias del Juicio y Martirio de las Santas Nunilo y Alodia, patronas de Moreda, colocadas en el primer piso del retablo.
Colocó los dos ángeles que coronan a la Virgen de la Asunción en el medallón del retablo mayor.
Año 1755
Construyó el baldaquino o templete a Nuestra Señora de Mreda en la cabecera del altar mayor. Fué vendido en 1965.
Reformó el retablo mayor con la talla de las historias de la Enarbolación y Descendimiento de la Cruz, puestas en el segundo piso del retablo.
Mandó realizar los relieves o yeserías en las pechinas, tambor y gallón de la caja de la media naranja o cúpula del crucero: figuras de los evangelistas, las virtudes, los arcangeles y patriarcas de la iglesia romana.
Años 1755-1759
Ordenó construir los retablos de las capillas de San Miguel y de San Juan Bautista con todas sus imágenes, excepto la de San Roque que estaba hecha desde 1738.
Año 1759
Fueron policromadas y doradas las figuras de las yeserías talladas en 1755 en el crucero: evangelistas, virtudes, patriarcas y arcángeles. Además, se efectuaron todas las pinturas murales de las pechinas, intradoses de los arcos torales y caja de la media naranja.
Año 1760
Mandó realizar las pinturas morales al fresco en los medios puntos de las paredes y en los lunetos de la bóveda de la capilla mayor: Adoración de los pastores, Santísima Trinidad, Anunciación, Judit con la cabeza cortada a Holofermes y la reina Esther con una jarra de plata
Años 1757-1760
Doró y estofó los seis retablos de la iglesia: Mayor, San Miguel, San Juan Bautista, Animas, San Francisco Javier y el del Santo Cristo.
Encarnó y policromó todos los santos del templo.
Año 1767
Mandó pintar tres paños para el monumento al diestro pintor riojano José Bexes. Hoy no se conservan. Se mandaron enterrar en el año 1846, tras casi ochenta años de exposición, por estar viejos, gastados e indecentes.
Año 1768
Recuperó para la parroquia de Moreda la titularidad de la capilla de San Pedro que era propiedad privada. Pertenecía a los herederos del cura Pedro Fernández de Moreda, que la compró a finales del siglo XVI y se mandó enterrar en ella en el año 1605.
Año 1769
Ordenó fabricar y colocar los dos púlpitos rococós, que se hallan en el lado del evangelio y en el lado de la epístola.
Fundió y fabricó un esquilón nuevo.
Compró calices, patenas, vinajeras, crismeras y otros ornamentos para la parroquia.
Equipó a la Casa de la Primicia con prensa nueva, lagos mayores, etc...
Compró y elaboró vestidos y mantos de oro y plata para vestir y adornar la imagen de Nuestra Señora de Moreda.
Año 1770
Mandó al cantero Manuel de Beratua arreglar y componer la torre
Años 1770-1771
Realizó el retablo dela Concepción y las imágenes de Santa Barbara, San Cristobal ( hoy desaparecido), la Purísima Concepción y dos angelotes de estatura perfecta que se encuentran colocados en el remate del retablo mayor.
Construyó la cajonería rococó de la sacristía.
Año 1771
Llevó la imagen de la Dolorosa de la ermita de Nuestra Señora de la Soledad, sita en Santa Eufemia, a la parroquia. Le construyó una capilla con su camarín para guardar su imagen sobre el carnero sepultura del cura Don Pedro Fernández de Moreda, que yace enterrado en dicho lugar desde el año 1605. Se encuentra en la capilla de San Pedro en el tramo de la iglesia gótica.
Se pintaron las pilastras de los contrafuertes interiores del templo, en donde se colocaron cuatro peanas para sustentar las imágenes de San José, Santa Barbara, Santa Teresa y San Cristobal.
Año 1772
Doró y estofó el retablo de la Concepción y encarnó y policromó las cinco imágenes reseñadas de la Purísima, San Cristobal, Santa Bárbara y los dos angelotes.
Don Agustín Garín de Lazcano falleció alos 63 años el día 29 de octubre de 1773. Su cuerpo fue amortajado con dos hábitos: el de San Francisco y el sacerdotal. Se le dió sepultura en el carnero-panteón que el cabildo eclesiástico poseía dentro de la parroquia junto a las gradas de subida al altar mayor. Fue enterrado en la sepultura en donde diez años atrás había sido enterrado su hermano el cura Tomás Urbano.
Se le hizo entierro mayor, novena, honras y cabo de año. Al funeral vinieron seis religiosos del convento de San Francisco de Viana, que trajeron el hábito para su amortajamiento y la cera para su acompañamiento.Estos frailes recibieron cuatro ducados de estipendio. Don Agustin perteneció en calidad de abad a la cofradía de la Santa Veracruz de Moreda, por lo que los hermanos cofrades le asistieron y acompañaron con la cera acostumbrada.
Dejó cien ducados de vellón en sufragios para pagar durante todo el año las ceras de las hachas y de las velas blancas que ardieron sobre sus huesos y sepultura durante los días en que se le dijeron las misas y rosarios encargados por su ánima. En concreto, en la iglesia de Moreda se le dijeron cien misas cantadas, costando tres reales cada una, y treinta rezadas, valiendo dos reales cada una. Y en el convento de San Francisco de Viana se le dijeron seiscientas misas rezadas, a dos reales cada una.
A las órdenes mendicantes de redención de cautivos y a la Casa Santa de Jerusalén se les dio de limosna lo acostumbrado, cuatro reales a cada una apartándolas de esta forma de cualquier derecho sobre sus bienes. Dejó como albacea o cabezalero de su hacienda y bienes a su hermano Manuel, heredero legítimo.
La historia de Moreda le recordará como el cura párroco, que más ha hecho y se ha preocupado por ornamentar y decorar la iglesia de Santa María de Moreda.
Hoy la iglesia que vemos y que tanto admiramos con sus retablos, santos y pinturas murales, es fruto del trabajo y diseño que Don Agustín hizo en el siglo XVIII, cuando Santa María de Moreda pertenecía a la diócesis de Calahorra y La Calzada.
Gracias Don Agustín.
EN EL 300 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO
José Angel Chasco Oyón
Don Agustín desempeñó los cargos de beneficiado y cura párroco de Santa María de Moreda durante 22 años, entre los años 1751-1773. Asimismo, ejerció el cargo de comisario del Santo Oficio de la Inquisición de Navarra desde el año 1767 hasta su muerte en 1773.
Junto a su hermano Tomás Urbano, cura párroco de Moreda que le precedió, mandaron construir en 1745 la casona barroca con escudo heráldico de los Garines de Lazcano, sita en la calle San José detrás de la iglesia junto al barrio de las Peñas.
Durante su larga estancia como párroco mandó hacer las siguientes obras de arte en el templo parroquial de Moreda:
Año 1753
Restauró la cruz de plata procesional y otros enseres del templo
Arregló y restauró la cúpula del crucero o media naranja, desmantelando la linterna del cimborrio. Con esta obra evitó el desmoronamiento de la cúpula debido a su excesivo peso.
Año 1754
Trasladó los retablos de las Animas del Purgatorio y de San Francisco Javier desde la entrada a la iglesia hasta el presbiterio. En la parte superior de cada uno de estos dos retablos mandó colocar dos ángeles en el año 1755.
Arregló todos los tejados de la cubierta del templo.
Restauró y policromó la imagen gótica medieval de Santa Maria de Moreda. Asimismo, doró su trono.
Reformó el retablo mayor con la talla de las historias del Juicio y Martirio de las Santas Nunilo y Alodia, patronas de Moreda, colocadas en el primer piso del retablo.
Colocó los dos ángeles que coronan a la Virgen de la Asunción en el medallón del retablo mayor.
Año 1755
Construyó el baldaquino o templete a Nuestra Señora de Mreda en la cabecera del altar mayor. Fué vendido en 1965.
Reformó el retablo mayor con la talla de las historias de la Enarbolación y Descendimiento de la Cruz, puestas en el segundo piso del retablo.
Mandó realizar los relieves o yeserías en las pechinas, tambor y gallón de la caja de la media naranja o cúpula del crucero: figuras de los evangelistas, las virtudes, los arcangeles y patriarcas de la iglesia romana.
Años 1755-1759
Ordenó construir los retablos de las capillas de San Miguel y de San Juan Bautista con todas sus imágenes, excepto la de San Roque que estaba hecha desde 1738.
Año 1759
Fueron policromadas y doradas las figuras de las yeserías talladas en 1755 en el crucero: evangelistas, virtudes, patriarcas y arcángeles. Además, se efectuaron todas las pinturas murales de las pechinas, intradoses de los arcos torales y caja de la media naranja.
Año 1760
Mandó realizar las pinturas morales al fresco en los medios puntos de las paredes y en los lunetos de la bóveda de la capilla mayor: Adoración de los pastores, Santísima Trinidad, Anunciación, Judit con la cabeza cortada a Holofermes y la reina Esther con una jarra de plata
Años 1757-1760
Doró y estofó los seis retablos de la iglesia: Mayor, San Miguel, San Juan Bautista, Animas, San Francisco Javier y el del Santo Cristo.
Encarnó y policromó todos los santos del templo.
Año 1767
Mandó pintar tres paños para el monumento al diestro pintor riojano José Bexes. Hoy no se conservan. Se mandaron enterrar en el año 1846, tras casi ochenta años de exposición, por estar viejos, gastados e indecentes.
Año 1768
Recuperó para la parroquia de Moreda la titularidad de la capilla de San Pedro que era propiedad privada. Pertenecía a los herederos del cura Pedro Fernández de Moreda, que la compró a finales del siglo XVI y se mandó enterrar en ella en el año 1605.
Año 1769
Ordenó fabricar y colocar los dos púlpitos rococós, que se hallan en el lado del evangelio y en el lado de la epístola.
Fundió y fabricó un esquilón nuevo.
Compró calices, patenas, vinajeras, crismeras y otros ornamentos para la parroquia.
Equipó a la Casa de la Primicia con prensa nueva, lagos mayores, etc...
Compró y elaboró vestidos y mantos de oro y plata para vestir y adornar la imagen de Nuestra Señora de Moreda.
Año 1770
Mandó al cantero Manuel de Beratua arreglar y componer la torre
Años 1770-1771
Realizó el retablo dela Concepción y las imágenes de Santa Barbara, San Cristobal ( hoy desaparecido), la Purísima Concepción y dos angelotes de estatura perfecta que se encuentran colocados en el remate del retablo mayor.
Construyó la cajonería rococó de la sacristía.
Año 1771
Llevó la imagen de la Dolorosa de la ermita de Nuestra Señora de la Soledad, sita en Santa Eufemia, a la parroquia. Le construyó una capilla con su camarín para guardar su imagen sobre el carnero sepultura del cura Don Pedro Fernández de Moreda, que yace enterrado en dicho lugar desde el año 1605. Se encuentra en la capilla de San Pedro en el tramo de la iglesia gótica.
Se pintaron las pilastras de los contrafuertes interiores del templo, en donde se colocaron cuatro peanas para sustentar las imágenes de San José, Santa Barbara, Santa Teresa y San Cristobal.
Año 1772
Doró y estofó el retablo de la Concepción y encarnó y policromó las cinco imágenes reseñadas de la Purísima, San Cristobal, Santa Bárbara y los dos angelotes.
Don Agustín Garín de Lazcano falleció alos 63 años el día 29 de octubre de 1773. Su cuerpo fue amortajado con dos hábitos: el de San Francisco y el sacerdotal. Se le dió sepultura en el carnero-panteón que el cabildo eclesiástico poseía dentro de la parroquia junto a las gradas de subida al altar mayor. Fue enterrado en la sepultura en donde diez años atrás había sido enterrado su hermano el cura Tomás Urbano.
Se le hizo entierro mayor, novena, honras y cabo de año. Al funeral vinieron seis religiosos del convento de San Francisco de Viana, que trajeron el hábito para su amortajamiento y la cera para su acompañamiento.Estos frailes recibieron cuatro ducados de estipendio. Don Agustin perteneció en calidad de abad a la cofradía de la Santa Veracruz de Moreda, por lo que los hermanos cofrades le asistieron y acompañaron con la cera acostumbrada.
Dejó cien ducados de vellón en sufragios para pagar durante todo el año las ceras de las hachas y de las velas blancas que ardieron sobre sus huesos y sepultura durante los días en que se le dijeron las misas y rosarios encargados por su ánima. En concreto, en la iglesia de Moreda se le dijeron cien misas cantadas, costando tres reales cada una, y treinta rezadas, valiendo dos reales cada una. Y en el convento de San Francisco de Viana se le dijeron seiscientas misas rezadas, a dos reales cada una.
A las órdenes mendicantes de redención de cautivos y a la Casa Santa de Jerusalén se les dio de limosna lo acostumbrado, cuatro reales a cada una apartándolas de esta forma de cualquier derecho sobre sus bienes. Dejó como albacea o cabezalero de su hacienda y bienes a su hermano Manuel, heredero legítimo.
La historia de Moreda le recordará como el cura párroco, que más ha hecho y se ha preocupado por ornamentar y decorar la iglesia de Santa María de Moreda.
Hoy la iglesia que vemos y que tanto admiramos con sus retablos, santos y pinturas murales, es fruto del trabajo y diseño que Don Agustín hizo en el siglo XVIII, cuando Santa María de Moreda pertenecía a la diócesis de Calahorra y La Calzada.
Gracias Don Agustín.
EN EL 300 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO
José Angel Chasco Oyón
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